Bótox en la Cara

Bótox en la Cara

La toxina botulínica, más conocida como Botox, se ha instalado en nuestras vidas durante casi diez años, la aplicación de bótox en la cara se ha convertido en uno de los tratamientos más comunes para la reducción de las arrugas y el relleno de las zonas faciales. 

La importancia del Botox es que fue desarrollado para refrescar la piel del rostro. También elimina las arrugas de la frente, el famoso número once (11) del entrecejo, y elimina las famosas patas de gallo, creando un aspecto fresco y relajado. En los últimos veinte años, la demanda de toxina botulínica (más conocida como «Botox») ha aumentado en un 150 por ciento en Argentina y en un 1.000 por ciento en todo el mundo desde 2000.

Además del uso principal del botox en la cara que es poder atenuar las arrugas del rostro y darle un brillo nuevo a nuestra el, la tecnología ha avanzado y ahora ha llegado el botox capilar, que es una alternativa a la queratina para el cuidado de nuestro cabello. 

En el uso cosmético de la toxina botulínica (Botox), podemos distinguir dos tipos de aplicaciones, dependiendo de su dificultad y de la formación requerida por el terapeuta. Las aplicaciones más simples son tanto las más comunes como aquellas en las que esta técnica se utilizó por primera vez. 

Aplicar botox en la cara ofrece los resultados más seguros, con una tasa de efectividad entre el 85% y el 90%. En este tipo, podemos incluir las líneas verticales y horizontales del entrecejo, las «patas de gallo» o arrugas del fondo exterior del ojo y las líneas horizontales de la frente.

Diferencia entre la aplicación de bótox en la cara y el ácido hialurónico.

La toxina botulínica se aplica a los músculos faciales para que se relajen y el ácido hialurónico se aplica directamente a las arrugas.

Si bien la aplicación de botox en la cara tiene resultados prolongados, con el paso de los años, su concentración disminuye y se desarrollan arrugas. Para evitar este efecto, se pueden aplicar cremas que contengan esta sustancia.

Mery Lamah, doctora en medicina estética en Zaragoza, explica que es una molécula de glucosa de origen natural, cuyo objetivo es unir y absorber las moléculas de agua para aumentar el volumen de la cara. «Los rellenos se utilizan para reducir las arrugas y/o las líneas faciales y también para mejorar el aspecto de los labios», añade el doctor. Hay otros tratamientos que pueden rejuvenecer la cara.