¿Por qué habilidades de cursos de navegación?
Veintiocho años es mucho tiempo y en los últimos 28 han pasado muchas cosas. Internet, el uso masivo de ordenadores y los teléfonos móviles, por nombrar sólo tres. Hace veintiocho años yo era un padre novato de veintinueve años, tenía algo de pelo y trabajaba para el Peak National Park enseñando, entre otras cosas, técnicas de cursos de navegación.
Yo ya era un veterano, pues había empezado a enseñar a la gente las oscuras artes del mapa y la brújula cinco años antes.
1990 destaca porque fue la primera vez que publiqué un artículo largo en una revista nacional, Country Walking. Ese artículo trataba de explicar por qué uno debe tener habilidades de navegación; por qué aprender a leer un mapa y una brújula.
Desde entonces he escrito docenas de artículos para multitud de revistas, todos ellos ensalzando las virtudes de las técnicas de cursos de navegación para los senderistas y otros aficionados a las actividades al aire libre, así como dos libros sobre el tema.
Y a pesar de que han pasado 28 largos años y de todos los cambios que se han producido a lo largo de los años, hay algo que no ha cambiado: para disfrutar de las actividades al aire libre con seguridad, sigue siendo esencial saber leer mapas y tener nociones básicas de brújula.
Para ser sincero, probablemente sea más importante hoy que entonces. Hay más gente en las montañas y muchos se rodean de tecnología con la esperanza de que eso les mantenga a salvo.
Y eso a pesar de los habituales artículos de prensa sobre algunos aventureros al aire libre que se pierden debido a la excesiva dependencia de su GPS o, peor aún, de su teléfono móvil.
Cuanto más dependemos de las pantallas, más nos alejamos de la visión real del paisaje y de su comprensión. Esto significa que es menos probable que saquemos y utilicemos ese sencillo utensilio que es el mapa. Cuanto más utilices un mapa y lo compares con el terreno, más familiarizado estarás con él y más útil te resultará.
Lo mismo ocurre con la brújula. Parecen complicadas, pero si lo único que haces con ella es colocarla sobre el mapa y girar tú y el mapa (y la brújula) de modo que el extremo rojo de la aguja apunte a la parte superior del mapa, habrás reducido la probabilidad de perderte.
Lo que acabas de hacer es orientar el mapa. Gírelo de modo que la dirección en la que mira al suelo sea la misma en la que mira al mapa.
En mis cursos de navegación conozco a mucha gente que piensa que la navegación es difícil. Lee un buen libro y/o asiste a un curso y practica por ti mismo, pronto verás los beneficios.
Disfrutará más de sus paseos, se perderá muchas menos veces (si es que se pierde alguna) y no tendrá la tentación de depender de la tecnología. ¡Evitar la tecnología también significará que no tendrás que estar al día de los próximos 28 años de cambios que se avecinan!